La Pascua, la manera de la salvación de Dios
agosto 24, 2017
Milagro de la salvación de Dios y la Pascua
Esta vez averigüemos acerca de la Pascua, la primera fiesta, entre las siete fiestas solemnes anuales de Dios. ¿Qué secreto y poder contiene la Pascua? ¿Y en esta última época cómo se cumpliría el milagro del poder de la Pascua para la liberación del pueblo espiritual de Dios? Dios libertó al pueblo de Israel con la Pascua, esto no solo se aplica al tiempo de Éxodo, sino a esta última época también para librar al pueblo de Dios, se manifestará el milagro de la Pascua. Desde el primer tiempo en que Dios mostró el poder de la Pascua en Egipto, aparecía el milagro de la Pascua en cada momento, al salvar a su pueblo. La verdad de la Pascua siempre aparece cuando se necesita el poder de la salvación de Dios. Por lo tanto, en esta última época también, Dios nos librará a través de la Pascua de la servidumbre de la muerte y pasarán todos los desastres por encima del pueblo de Dios que celebra la Pascua.
La historia del Israel es una sombra
La historia del pueblo de Israel que fue escogido como el pueblo de Dios muestra las cosas que ocurrirían en el futuro al pueblo de Dios. Dios escogió a Israel como una enseñanza viva para el pueblo de Dios. En otras palabras, la historia de Israel fue una sombra para enseñar al pueblo de Dios. El hecho de que Dios hiciera siervo de Egipto al pueblo de Israel, y después lo sacara a través del profeta Moisés con el gran poder de la Pascua, nos muestra cómo se cumpliría la obra de la redención de Dios para la salvación de su pueblo que fue siervo de la muerte en el mundo de pecado. En la Biblia está escrito: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron” (Romanos 15:4). Por lo tanto, podemos encontrar la manera de la salvación de Dios en la historia de Israel.
Liberación de Israel de la servidumbre en Egipto
“Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.”
Dios ya había profetizado a Abraham que sus descendientes serían esclavizados por los gentiles y luego puestos en libertad después de cuatrocientos años. Esta profecía se cumplió en realidad cuando era el año 430 después de que Jacob, el nieto de Abraham, y sus hijos, emigraran a Egipto.
Los descendientes de Abraham que emigraron a Egipto se establecieron en Gosén. Después de que Jacob y José murieron, un nuevo rey que no conocía a José, ascendió al trono, y los hijos de Israel se convirtieron en esclavos de Egipto. Los egipcios se sintieron amenazados porque la población israelita se incrementaba rápidamente.
El faraón de Egipto comenzó a ejercer tiranía y los hijos de Israel se vieron obligados a trabajar en la construcción de las ciudades de almacenaje: Pitón y Ramsés. Sus labores que incluían hacer barro y ladrillo, toda labor del campo, etc., eran duras y difíciles. Si tenían alguna esperanza era ser liberados de la esclavitud y convertirse en hombres libres.
Dios envío a Moisés para librar a Israel
Aunque la situación parecía sombría, los israelitas se hicieron cada vez más prósperos. Finalmente, el faraón instituyó una política para aniquilar al pueblo de Israel. Él ordenó matar a todos los hijos recién nacidos, pero permitió vivir a las hijas. En ese momento, nació Moisés, el varón de Dios. Moisés escapó del peligro a través del poder de Dios y recorrió el camino de la profecía para convertirse en líder de Israel.
A la edad de 80 años, siendo ministro para cumplir la promesa con Dios, Moisés entró en la presencia de Faraón y le pidió que dejara ir al pueblo hebreo. Sin embargo, era inimaginable para Faraón liberar a los israelitas, que eran la principal fuerza laboral de Egipto, puesto que su mano de obra era lo que le permitía mantener su autoridad. Él se negó a la petición de Moisés y más bien oprimió aún más al pueblo de Israel.
La ira de Dios vino a Egipto con desastres. Comenzó convirtiendo todos los ríos de Egipto en sangre, lo cual hizo que se agotara el agua potable. Como los egipcios empezaron a quejarse de sus sufrimientos ante Faraón, este prometió liberar a los israelitas. Sin embargo, cuando el desastre cesó, cambió de opinión.
Dios trajo una plaga de ranas que cubrió toda la tierra de Egipto. Y continuó con las plagas de piojos, moscas, ganado (terribles enfermedades infecciosas), úlceras (enfermedad de la piel), granizo, langostas, etc.; sin embargo, parecía que Faraón no liberaría a los israelitas. En la novena plaga, Jehová hizo caer densas tinieblas sobre Egipto durante tres días. Pese a ese eclipse sin precedentes, Faraón no cedió.
Último desastre y la manera de la salvación, la Pascua
Jehová finalmente decidió utilizar su último recurso. Decretando el día catorce del primer mes (según el calendario sagrado) como un día de ejecución , mostró al pueblo de Israel la manera de escapar del desastre de la muerte.
Éxodo 12:1-13 “Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. […] El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. […] Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.”
La única manera de escapar de este desastre era celebrar la Pascua. Después de terminar los preparativos para su viaje en la noche del día catorce del primer mes, los israelitas untaron los postes y dinteles de sus casas con la sangre del cordero, y comieron apresuradamente la carne asada al fuego, panes sin levadura y hierbas amargas, y esperaron en silencio hasta que comenzara la obra de Dios.
Hubo un gran clamor en todo Egipto. La advertencia de Dios era absoluta. Por causa de esta décima plaga, murió todo primogénito de Egipto, incluyendo el de Faraón, excepto los primogénitos de los israelitas. Ellos estuvieron a salvo porque habían untado los postes y los dinteles de sus casas con la sangre del cordero, que era una señal para indicar que eran el pueblo de Dios y para que los ángeles que provocaban el desastre pasaran sobre sus casas. Esta es la razón por la que Dios llamó a este día “Pascua”.
Liberación de Israel
A medianoche, Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón, y les concedió su petición de liberar a los israelitas. Dado que los egipcios habían atravesado todo tipo de desastres, apresuraron a los israelitas a salir rápidamente de Egipto entregándoles incluso sus propias joyas y vestidos.
La noche de la Pascua fue la última noche que los israelitas pasaron en Egipto. Un total de seiscientos mil israelitas mayores de veinte años, sin contar a los niños, escaparon de Egipto. La Pascua que comenzó así, trajo la alegría de la emancipación a los hijos de Israel y llegó a ser un estatuto perpetuo para conmemorar a Dios Todopoderoso, el salvador .
Éxodo 13:3-10 “Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. […] Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.”
¿Qué significa la Pascua? La Pascua es un día histórico en que Dios liberó a los israelitas de su vida de esclavitud de 430 años. En hebreo, Pascua se traduce “Pesaj”1)(פסח), en griego “Pascha” (πασκα) 2), y en inglés “Passover”, que significa “los desastres pasan por encima”.
La razón por la que Dios nombró la Pascua con este significado es porque salvaría a su pueblo con la Pascua en la última época. La Pascua es la promesa y la señal de Dios que salvaría a su pueblo. Ya que Dios estableció la Pascua con esta voluntad, Él mismo vino a esta tierra y perfeccionó la Pascua estableciéndola como el nuevo pacto con su propia sangre.
Jesús, la Pascua y Jesús en su segunda venida
Jesús estableció la Pascua como el nuevo pacto: “¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua? […] esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:17-28), “!Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22:13-20). La Pascua es lo que Jesús deseaba tanto antes de padecer. ¿Por qué deseaba establecer la Pascua como el nuevo pacto ansiosamente? ¿No es para nuestra redención y salvación?
Si hubiera terminado la misión de la Pascua en el tiempo del Éxodo, no habría necesitado establecer nuevamente la Pascua diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre”. Tampoco tendría relación con nuestra salvación. Sin embargo, la Pascua es esencial para la salvación del pueblo de Dios. Por eso Jesús sacrificándose sí mismo estableció la Pascua como el nuevo pacto. “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7).
Jehová Dios libró al pueblo de Israel con la Pascua de la tierra de servidumbre en el tiempo del Antiguo Testamento, Jesús libertó al pueblo de Dios con la Pascua del nuevo pacto de la tierra de pecado, de la esclavitud de la muerte hace dos mil años. Así también en esta última época, Cristo en su segunda venida nos salvará con la Pascua del nuevo pacto, que fue abolida, restaurándola.
La obra de la salvación de Dios siempre se manifiesta con la Pascua. Por eso Dios decidió la Pascua como una señal para que pasen los desastres por encima desde el principio.
Ya que Dios mostró el poder de la Pascua, en esta última época también Dios nos salvará con la Pascua. Entonces, ¿quién puede salvarse en esta época de los desastres? ¿Acaso no son los que celebran la Pascua?
Para nuestra salvación Dios vino a esta tierra por segunda vez y restauró la Pascua que fue abolida por Satanás en el año 325 en el Concilio de Nicea. Puesto que solo a través de la Pascua Dios nos salvaría como antes. Él que restauró la Pascua del nuevo pacto, que estuvo abolida durante más de 1600 años, es Cristo Ahnsahnghong.
En esta época solo la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial celebra la Pascua porque fue establecida por Jesús en su segunda venida, Cristo Ahnsahnghong.